sábado, 25 de febrero de 2017

El Domingo, día del Señor. - 8º Domingo durante el año.

¡Buscar PRIMERO EL REINO DE DIOS y su justicia!
Hay algo que los hombres, de todos los tiempos y lugares han buscado, algunos desesperadamente, otros anhelantes: la felicidad. En el Sermón de la Montaña el Señor viene al encuentro de esta aspiración universal ¿Cuál es el camino? Es distinto y discrepante del que han seguido o indicado otros maestros en la vida de este mundo. No reside en las cosas, que son caducas y perecederas. No reside en las personas porque defraudan, olvidan y también mueren. ¿Dónde encontrar el agua que calma toda sed? Jesús indica el camino: el hombre ha de hacerse libre. Quien posee algo  depende de ese algo y está incapacitado para ser verdaderamente libre: cosas, personas, dinero, riqueza, amarran al hombre. ¿Dónde está la dicha verdadera? "Busquen el Reino de Dios y su justicia y lo demás se les dará por añadidura", Eso es lo principal. Pero buscar el Reino no es una actividad paralela a las demás actividades de la vida, es la principal y compromete todo el ser con sus esfuerzos, inquietudes y aspiraciones. 

Jesús es muy consciente que el hombre no es un pájaro del cielo, ni un lirio del campo. Sino que se le ha dado inteligencia y espíritu de iniciativa y que debe emplearla, pero que hay otros valores por encima del comer, beber, vestir o tener cosas. Detrás de todo esto queda un destino personal. Y mi destino personal no lo pueden garantizar las riquezas. No se puede servir a dos señores: a Dios y al dinero. Sólo puede haber un valor supremo. Quien hace de las cosas un Dios acabará adorándolas como un idólatra.

Buscamos vivir de acuerdo a la voluntad del Señor, y el evangelio nos hace tomar conciencia que: -La fe no se agota en conceptos o teorías, sino que es esencialmente relación de confianza y abandono; - Que el hecho de creer en Dios nos debe disponer a vivir en una actitud de dependencia amorosa, sabiendo que Dios es Padre y que nos ama como hijos; - Que lo esencial en nuestra relación con él es dejarle que sea Dios, que manifieste su amor en nosotros, abriéndole nuestra vida; - Que en la medida que uno le dé a Dios el lugar que le corresponde así podremos vivir plenamente lo que somos y lo que buscamos; - Que de nuestra vida depende la realización y la manifestación del proyecto de amor del Padre. cada uno es protagonista del sueño que Dios tiene para la humanidad.

Primera lectura: Is 49, 14-15
El Señor nunca abandona a su pueblo.
Lectura del libro de Isaías.

Salmo responsorial:  Sólo en Dios descansa mi alma.

Segunda lectura:  1 Cor 4, 1-5
Dios es el único que conoce las intenciones profundasd del corazón humano.
Lectura de la primera carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Corinto.

Aclamación al Evangelio.
Aleluya. La Palabra de Dios es viva y eficaz; discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. Aleluya.

Evangelio:  Mt 6, 24 - 34 
El auténtico discípulo pone su seguridad en el Reino de Dios y su Justicia.

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Dijo Jesús a sus discípulos: Nadier puede servir a dos señores, porque aborrecerá a uno y amará al otro, o bien, se interesará por el primero y menospreciará al segundo. No se puede servir a Dios y al Dinero. Por eso les digo: No se inquieten por su vida, pensando qué van a comer o qué van a beber, ni por su cuerpo, pensando con qué se va a vestir. ¿No vale acaso más la vida que la comida y el cuerpo más que el vestido? Miren los pajaros del cielo: ellos no siembren ni cosechan, ni acumulan en graneros y, sin embargo, el Padre que está en el cielo los alimenta. ¿No valen ustedes acaso más que ellos? ¿Quien de ustedes, por mucho que se inquiete, puede añadir un solo instante al tiempo de su vida? ¿Y por qué se inquietan por el vestido? Miren los lirios del campo, cómo van creciendo sin fatigarse ni tejer. Yo les aseguro que ni Salomón, en el esplendor de su gloria, se vistió como uno de ellos. Si Dios viste así la hierba de los campos, que hoy existe y mañana será echada al fuego, ¡cuánto más hará por ustedes, hombres de poca fe! No se inquieten entonces, diciendo: "¿Qué comeremos, que beberemos, o con qué nos vestiremos?". Son los paganos los que van detrás de estas cosas. El Padre que está en el cielo sabe bien que ustedes las necesitan: Busquen primero el Reino de Dios y su justicia, y todo lo demás se les dará por añadidura. No se inquieten por el día de mañana; el mañana se inquietará por si mismo. A cada día le basta su aflicción.
Palabra del Señor.        R./ Gloria a ti, Señor Jesús. 

Reflexión:
El Señor es enfático al decirnos: "... no vayan diciendo preocupados, ¿qué vamos a comer o a beber... ¿cuáles son mis preocupaciones?, ¿cuáles son esas cosas que me angustian y que no me ayudan a vivir en confianza plena en el Señor. ¿Cuál es mi relación con el Señor?, ¿qué implica para mi buscar en primer lugar el Reinado de Dios y su justicia?.


El Domingo, día del Señor
Eduardo Carreño C - Comunicaciones
Parroquia San Gregorio.

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