Hoy nuestra Iglesia nos invita a rezar por los pueblos indígenas de
Chile. Unimos nuestra oración a la de nuestrosn hermanos y hermanas
Mapuche, Aymara, Rapa Nui, Atacameño, Colla, Quechua, Kaweshkar y Yagán.
Sus vidas son preocupación y tesoro para la vida de la Iglesia y del
país.
Ser Iglesia es reconocernos como miembros de un solo cuerpo
formado por una maravillosa multiplicidad de gentes, lenguas y
costumbres. En todos los rincones del planeta hay quienes elevan una
misma oración en diversos idiomas y con distintos gastos.
Unos
bailan, otros se arrodillan, unos cantan, otros oran en silencio, y en
todas partes Jesucristo, pan de vida, se vuelve a entregar por todos y
por todas.
La vivencia del don de la diversidad como expresión plena y
libre del Espíritu, nos permite mirarla con agradecimiento y acogerla
con alegría. Demos gracias porqué en un mismo país hay diversos pueblos,
y oremos para que todos, cada uno con su historia y singularidad
cultural, podamos reconocernos y construir una Mesa para Todos.
Área de Pastoral Social Caritas
Conferencia Episcopal de Chile.
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