sábado, 20 de septiembre de 2014

La sorprendente generosidad de Dios

Los caminos de Dios no son los nuestros, Dios es Amor y el Amor que ama no es injusto.
Al escuchar el evangelio de este domingo, a más de una persona le parecerá extraño, y hasta injusto el proceder del propietario de la viña, a la hora de pagar el salario por el trabajo realizado. Leído desde los criterios de "mercado", propio de la cultura competitiva en la cual vivimos, la parábola de hoy puede ser un escándalo. Sin embargo, la enseñanza de Jesús no está tanto en clave de política salarial.

El desconcertante proceder del propietario de la viña, es imagen del proceder de Dios. Él no se rige por los criterios humanos, "Mis caminos no son los caminos de ustedes", se rige por la lógica del amor. ante Dios nadie tiene ningún mérito, el pensar que porque yo hago esto u esto otro, merezco una recompensa de Dios, no es la "lógica" del Reino. Es Dios quien viene a nuestro encuentro, nos invita a trabajar a su viña, nos hace la oferta de entrar en su Reino. Lo importante no es el tiempo que se trabaja o el salario que se recibirá, lo importante es la disponibilidad a trabajar en la viña, desde  el momento que se descubre la llamada para ir a colaborar en la labor.

Entonces no olvidemos que detrás del trabajo por el Reino de Dios, nuestros trabajos pastorales por ejemplo, lo primero es tener claro que todo es don de Dios, que la plenitud de la vida sólo él la da, que sin su gracia estaríamos perdidos, que por mucho que trabajemos poco podemos merecer esta gracia, y en segundo lugar, que trabajar por el Reino es siempre motivo de gozo, eso es ya nuestra "recompensa", ahí está nuestra alegría. ¡El Señor me ha llamado, quiere contar conmigo!, como un hijo, no como jornalero.
Vayamos decididos, sin miedo, hay trabajo para todos, y a todos se nos promete un espléndido salario. 

Comisión Nacional de Liturgia                                  Eduardo Carreño C.
                                                                Comunicaciones Pq' San Gregorio



No estamos al margen

Los católicos no estamos al margen de lo que se llama la sociedad civil. Somos parte integrante de ella y queremos serlo de un modo responsable en medio de los complejos problemas sociales que vivimos, como lo decíamos en 2012, nuestro más sincero deseo es que entre todos podamos dar un testimonio fraternal al pueblo de Chile del cual somos parte y con el cual marchamos a nuestro destino.
La Iglesia es la comunidad de discípulos de Jesucristo que camina en la historia junto a su Señor testimoniando la novedad del amor de Dios en las grandes y pequeñas cotidianas cosas que forman parte de nuestro proceso y vida personal y social. este anuncio y testimonio de la novedad de Dios lo vivimos desde la variedad de nuestras vocaciones como pastores y laicos; (...) hombres y mujeres que ven los problemas sociales.
Todos los cristianos, también los pastores, estamos llamados a preguntarnos por la construcción de un mundo mejor. De eso se trata, porque el pensamiento social de la Iglesia es, ante todo, positivo y propositivo, orienta una acción transformadora y, en ese sentido, no deja de ser un signo de esperanza que brota del corazón amante de Jesucristo.

Sergio Torres, presidente Comisión nacional Justicia y Paz.
Seminario "Como humanizar el desarrollo de Chile
15 de mayo 2014.

Evangelii Gaudium




El sacerdocio ministerial es uno de los medios que Jesús utiliza al servicio de su pueblo, pero la gran dignidad viene del bautismo, que es accesible a todos. La configuración del sacerdote con Cristo Cabeza -es decir, como fuente capital de la gracia- no implica una exaltación que lo coloque por encima del resto.
(EG 104).




   Eduardo Carreño C.
       Comunicaciones
Parroquia San Gregorio

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