El 8 de diciembre del año 1854, el papa Pío IX había definido el dogma de la Inmaculada Concepción de la Virgen María.
El 11 de febrero, cuatro años después (1858), la Virgen María se aparecía a la niña Bernardita Soubirous.
Fue, en la abertura de la roca de Massabielle, cuando en al año 1858, la Inmaculada Virgen María se presentó a una joven, inmóvil y silenciosa ante Bernardita Soubirous, en una gruta de Lourdes (Francia).
Por medio de Bernardita, la Virgen dio a conocer su mensaje de conversión, oración y amor al próximo. El Santuario de Lourdes es visitado por enfermos de todo el mundo, que por intercesión de la Santísima Virgen, buscar salud y paz.
Por ello, la Iglesia invoca a Nuestra Señora de Lourdes como patrona de los enfermos.
Te saludamos, santa Madre de Dios,
porque diste al mundo al Rey que
gobierna para siempre el cielo y la tierra.
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