domingo, 2 de septiembre de 2012

San Gregorio Magno - Papa y doctor de la Iglesia.

          El bienaventurado Gregorio, elevado a la cátedra de Pedro, buscaba siempre el rostro del Señor, y permanece en la contemplación de su amor.
        "Importa que el pastor sea puro en sus pensamientos, intachable en sus obras, discreto en el silencio, provechoso en las palabras, compasivo con todos, más que todos levantado en la contemplación, compañero de los buenos por la humildad y firme en velar por la justicia contra los vicios de los delincuentes. Que la ocupación de las cosas exteriores no le disminuya el cuidado de las interiores y el cuidado de las interiores no le impida el proveer a las exteriores", escribe San Gregorio Magno en su "Regla Pastoral", y éste fue el programa de su actuación. Genio práctico en la acción, fue ante todo el buen pastor cuya solicitud se extiende a toda su grey.
          Nació en el año 540, de una familia noble. Su padre se llamaba Jordano, y su madre Silvia, que luego es canonizada. En efecto, Gregorio nace en el seno de una familia profundamente cristiana. No es él único de los Anicios que ha merecido el honor de los altares; también sus padres y sus dos tías, Tárcila y Emiliana, figuran en el catálogo de los santos.  
          A los 33 años es nombrado prefecto de la ciudad de Roma, el más alto cargo civil. Pronto renuncia a sus responsabilidades civiles distribuyendo sus bienes a los monasterios por él fundados. el Papa Pelagio II lo ordena diácono y lo envía a Constantinopla como Nuncio Apostólico, regresando a Roma en el año 586, es nombrado superior del monasterio de San Andrés. Pelagio lo nombra secretario suyo. En el año 590, el Papa muere víctima de una epidemia y Gregorio le sucede como Papa.
          Contemplativo y enfermizo desarrolla una actividad sorprendente. Durante 13 años gobierna la Iglesia con "sabiduría, mansedumbre, fuerza de iniciativa y tolerancia", y los dos últimos años la rige postrado en una camilla. Uno de los puntos que más llama la atención en su fecundo Pontificado, es su celo por el perfeccionamiento de la liturgia, alcanzando gran importancia su impulso en la organización definitiva del canto litúrgico, que se conoce bajo el nombre de "canto gregoriano", aun cuando no sea él su autor. Él renovó el culto y la liturgia y reorganizó la caridad en la Iglesia. Su gran actividad como escritor, evangelizador y Papa, le han merecido el titulo de "Magno". 
          Salva a Roma del invasor Agilulfo, es el primer Papa que se auto-define "Siervo de los siervos de Dios". En el año 604, pasa a la compañía eterna del Buen Pastor.

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