La Misión Joven es un hermoso llamado para que toda la comunidad salga a compartir el gozo del encuentro con Cristo vivo con los y las jóvenes, especialmente con aquellos/as más alejados de nuestra Iglesia, valorando sus alegrías, gozos y esperanzas, reconociendo los aportes que ellos/as realizan a la vida de nuestros pueblos y celebrando con ellos el don de la Vida.
Para preparar el camino y el corazón para este proceso de misión, entre Diciembre del 2011 y Mayo del año en curso, se han realizado "Mesas de Esperanza intra-eclesiales", cuyo objetivo era generar un espacio de reunión, diálogo y escucha entre jóvenes y adultos que participan en cada una de las comunidades de nuestra Parroquia San Gregorio: Virgen de los pobres, Cristo Resucitado, Los Misioneros, San José, Santa Teresa de los Andes, Jesús de Nazaret y la Sede Parroquial.
En estas mesas de esperanzas nos congregamos para compartir nuestras visiones y opiniones respecto de la juventud, la sociedad y la Iglesia. En las siguientes líneas trataremos de sintetizar las opiniones vertidas en dichos encuentros, tratando de representar el pensar y sentir expresado por quienes participaron en ellas.
- Los jóvenes hoy:
Claramente la realidad juvenil es muy diversa. Mientras hay jóvenes que se encuentran atrapados en vicios como la droga y el alcohol, situación que sumada a la soledad y abandono por parte de las familias, en muchas ocasiones los lleva a delinquir, existen jóvenes que pese a las adversidades, tienen metas claras y se la juegan al máximo por ellas (por ejemplo, trabajando y estudiando al mismo tiempo). El último tiempo los jóvenes también han demostrado gran capacidad de compromiso con aquello que realmente les hace sentido, tal fue el caso del movimiento estudiantil, donde los jóvenes desplegaron su audacia y creatividad.
-La Sociedad actual:
Si hay algo en lo que todos coincidieron, es en señalar que nuestra sociedad actual es sumamente individualista, pues vemos a diario como cada uno se preocupa de sí mismo, sin importarle lo que ocurra a los demás, olvidándonos de buscar el bien común. También coincidimos en decir que somos una sociedad materialista, que se basa en el tener, situación que nos lleva a la competencia, a la superficialidad y a vivir de las apariencias. Sin embargo, en donde hubo mayor acuerdo, es en el sentimiento de que la familia y la sociedad están en crisis, producto de la mala comunicación que existe entre padres e hijos, entre jóvenes y adultos, y entre todos en general, lo que lleva a la incomprensión y desunión; pero no sería sola la falta de comunicación, lo que nos separa, sino que también el sistema económico y laboral que nos rige, que disgrega a las familias, limitando terriblemente los espacios de comunión.
-La Iglesia:
Quienes participamos en la Iglesia, sentimos que existen dos iglesias: una Iglesia eclesial (que alberga a la jerarquía) y que trasmite un mensaje fuertemente moralista), y una Iglesia comunitaria (la que está sumergida en la realidad de las poblaciones y que favorece el encuentro con Jesucristo). Nosotros somos parte de esta Iglesia comunitaria, pero nos falta ser más acogedores, tener una actitud de misión permanente, ser más dinámicos y atractivos (sobre todo pensando en el mundo juvenil), generar más espacios de participación y abandonar el "capillismo", tomando conciencia de que somos parte de una comunidad mayor que necesita de todos para caminar y servir.
Con la celebración de Pentecostés entramos a una segunda etapa de esta misión, en donde saldremos al encuentro de los jóvenes de nuestras poblaciones, compartiendo con ellos, desde lo cotidiano y a partir de expresiones juveniles, el gozo de seguir a Jesús.
Junto con agradecer a todos los que participaron en estas mesas de diálogo y esperanza, queremos invitarlos a que todos juntos vivamos esta misión "Para que los jóvenes de San Gregorio tengan en Jesús vida abundante".
Melisa Cornejo M.
Asesora Pastoral Juvenil
Parroquia San Gregorio en Misión Permanente.
- Los jóvenes hoy:
Claramente la realidad juvenil es muy diversa. Mientras hay jóvenes que se encuentran atrapados en vicios como la droga y el alcohol, situación que sumada a la soledad y abandono por parte de las familias, en muchas ocasiones los lleva a delinquir, existen jóvenes que pese a las adversidades, tienen metas claras y se la juegan al máximo por ellas (por ejemplo, trabajando y estudiando al mismo tiempo). El último tiempo los jóvenes también han demostrado gran capacidad de compromiso con aquello que realmente les hace sentido, tal fue el caso del movimiento estudiantil, donde los jóvenes desplegaron su audacia y creatividad.
-La Sociedad actual:
Si hay algo en lo que todos coincidieron, es en señalar que nuestra sociedad actual es sumamente individualista, pues vemos a diario como cada uno se preocupa de sí mismo, sin importarle lo que ocurra a los demás, olvidándonos de buscar el bien común. También coincidimos en decir que somos una sociedad materialista, que se basa en el tener, situación que nos lleva a la competencia, a la superficialidad y a vivir de las apariencias. Sin embargo, en donde hubo mayor acuerdo, es en el sentimiento de que la familia y la sociedad están en crisis, producto de la mala comunicación que existe entre padres e hijos, entre jóvenes y adultos, y entre todos en general, lo que lleva a la incomprensión y desunión; pero no sería sola la falta de comunicación, lo que nos separa, sino que también el sistema económico y laboral que nos rige, que disgrega a las familias, limitando terriblemente los espacios de comunión.
-La Iglesia:
Quienes participamos en la Iglesia, sentimos que existen dos iglesias: una Iglesia eclesial (que alberga a la jerarquía) y que trasmite un mensaje fuertemente moralista), y una Iglesia comunitaria (la que está sumergida en la realidad de las poblaciones y que favorece el encuentro con Jesucristo). Nosotros somos parte de esta Iglesia comunitaria, pero nos falta ser más acogedores, tener una actitud de misión permanente, ser más dinámicos y atractivos (sobre todo pensando en el mundo juvenil), generar más espacios de participación y abandonar el "capillismo", tomando conciencia de que somos parte de una comunidad mayor que necesita de todos para caminar y servir.
Con la celebración de Pentecostés entramos a una segunda etapa de esta misión, en donde saldremos al encuentro de los jóvenes de nuestras poblaciones, compartiendo con ellos, desde lo cotidiano y a partir de expresiones juveniles, el gozo de seguir a Jesús.
Junto con agradecer a todos los que participaron en estas mesas de diálogo y esperanza, queremos invitarlos a que todos juntos vivamos esta misión "Para que los jóvenes de San Gregorio tengan en Jesús vida abundante".
Melisa Cornejo M.
Asesora Pastoral Juvenil
Parroquia San Gregorio en Misión Permanente.
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