domingo, 13 de noviembre de 2016

El Domingo día del Señor - 33º domingo durante el año

Este domingo es el último del tiempo ordinario, en el ciclo " C " del año litúrgico, que culminaremos la próxima semana con la celebración solemne de Jesucristo Rey del Universo. La semana siguiente iniciaremos un nuevo período de tres años con el tiempo de Adviento del ciclo " A ". Con esta programación, la liturgia de la Iglesia nos ofrece un camino  para ir acercándonos de la manera más completa a la persona de Jesucristo y sus enseñanzas, de modo que podamos ir sanando y alimentando nuestra fe y nuestra esperanza, viviendo de acuerdo con la voluntad de Dios.

La Palabra de Dios nos habla hoy sobre el cuidado que debemos tener en nuestra vida presente para prepararnos a la vida futura, la que viene, esa que podemos asegurar gracias a la constancia y la capacidad que tengamos para ser y para actuar como seguidores de Jesucristo.

Y por eso Jesús nos advierte que asumiendo las consecuencias, no nos dejemos engañar por las falsas promesas que se nos presentan a lo largo de nuestra vida, tales como: el abuso de las riquezas materiales que nos tientan a ser egoístas, el abuso de poderes que perjudican a otras personas, el vanagloriarnos de éxitos que son pasajeros y / o, en fin, tantas otras formas que nos hacen olvidar que estamos convocados por el Señor para amar al prójimo como a nosotros mismos.

El evangelio de hoy nos invita a dar testimonio en nuestra existencia de cada día y a vivir de acuerdo con el plan de Dios para que podamos alcanzar una vida plena, libres de todas las opresiones, con mayor equidad y justicia para todos, demostrando así nuestra capacidad de amar de verdad siendo solidarios con todos.  
  En este último domingo del año litúrgico, la Iglesia nos propone como síntesis, que revisemos nuestra manera de ser y de actuar, para ser cada vez más fieles al modo de vida al que nos invita Jesucristo, que nos da una auténtica felicidad, más allá de las dificultades que nos pueda presentar la realidad actual. 

Primera lectura: Malaquías 3, 19 - 20
Malaquías nos habla del "día de Yahvé" como día de castigo para los que no siguen sus enseñanzas y como un día de salvación y gloria para quienes viven de acuerdo con la Palabra de Dios.
Lectura de la profecía de Malaquías. 

Salmo responsorial: 97, 5 - 9

Segunda lectura: 2 Tes. 3, 6 - 12
San Pablo le dice a los tesalonicenses que se aparten del mal y que, a pesar de las dificultades que puedan encontrar, vivan de acuerdo con las enseñanzas de Jesucristo.  Hoy estas palabras son también para nosotros. 
Lectura de la segunda carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Tesalónica.

Aclamación al Evangelio
Aleluya. Tengan ánimo y levanten la cabeza 
               porque está por llegarles la liberación. Aleluya.

Evangelio:   Lucas 21 - 5 - 19
Jesús nos advierte de las dificultades que enfrentamos los cristianos y nos anima para ser fieles y alcanzar la verdadera felicidad.

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Como algunos, hablando del templo, decían que estaba adornado con hermosas piedras y ofrendas votivas, Jesús dijo: "De todo lo que ustedes contemplan, un día no quedará piedra sobre piedra: todo será destruido". Ellos le preguntaron: "Maestro, ¿cuándo tendrá lugar esto y cuál será la señal de que va a suceder?". Jesús respondió: "Tengan cuidado, no se dejen engañar, porque muchos se presentarán en mi nombre diciendo: 'Soy yo', y también: 'El tiempo está cerca'. No los sigan. Cuando oigan hablar de guerras y revoluciones, no se alarmen; es necesario que esto ocurra antes, pero no llegará tan pronto el fin". Después les dijo: "Se levantará nación contra nación y reino contra reino. Habrá grandes terremotos; pestes y hambre en muchas partes; se verán también fenómenos aterradores y grandes señales en el cielo. Pero antes de todo eso, los detendrán, los perseguirán, los entregarán a las sinagogas y serán encarcelados; los llevarán ante reyes y gobernadores a causa de mi nombre, y esto les sucederá para que puedan dar testimonio de mí. Tengan bien presente que no deberán preparar su defensa, porque yo mismo les daré una elocuencia y una sabiduría que ninguno de sus adversario podrá resistir no contradecir. Serán entregados hasta por sus propios padres y hermanos, por sus parientes y amigos; y a muchos de ustedes los matarán. Serán odiados por todos a causa de mi nombre: pero ni siquiera un  cabello se les caerá de la,cabeza. Gracias a la constancia salvarán sus vidas".

Palabra del Señor.                          RGloria a ti, Señor Jesús. 

Reflexión:
¿Se ajusta nuestra vida a lo que nos enseña Jesús?  ¿Cuáles son nuestras tentaciones más grandes? ¿Cómo podemos superarlas?  ¿Qué ayudas de la que ofrece la Iglesia, podemos tomar para ir mejorando en nuestra vida cristiana?



El Domingo día del Señor
Eduardo Carreño C. - Comunicaciones
Parroquia San Gregorio 

















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