domingo, 17 de noviembre de 2013

¿Cuándo Será?

Desde siempre la iglesia ha esperado el fin de los tiempos. En los primeros siglos algunos no querían ni siquiera trabajar, porque el fin era inminente. Contra estos, san Pablo tendrá palabras muy duras, diciendo que el que no trabaja, que tampoco coma. 
Cristo prometió que volvería. y así lo aseguraron también los ángeles que hablaron a los Apóstoles en el momento en que Cristo ascendió a los cielos. Así como lo han visto partir, así volverá. Desde entonces y hasta hoy, cada vez que alguno de estos signos mencionados por el Señor en el evangelio de hoy, terremotos o pestes, se hace presente en la historia, algunos vuelven a proclamar el inminente fin de los tiempos.
En el credo rezamos que Cristo, desde allí ha de venir juzgar a los vivos y a los muertos, o como lo proclama el credo niceno: y de nuevo vendrá con gloria, para juzgar a vivos y muertos. 
Que Cristo volverá, es parte fundamental de nuestra fe. Pero el problema es el momento en que regresará, el "cuándo". Aunque él mismo nos ha dicho que sólo el Padre lo sabe, y que ni siquiera el Hijo conoce la hora o el día (Mc 13, 32). La consecuencia que el Señor propone ante esta incertidumbre es que hay que estar siempre en vela, atentos, esperando, como si fuese a ocurrir en cualquier momento. 
Esto es lo que la Iglesia y los cristianos han hecho siempre, esperar y velar. Pero ante quien se atreva a proclamar que conoce el día y la hora, hay que estar aún más en guardia, pues ni siquiera el Hijo o los ángeles lo saben, ¿cómo podría conocerlo un hombre?; sería más grande que los ángeles o que el mismo Cristo, y eso no lo podemos aceptar.
Por eso hay que velar y esperar, pero no creer al que declare conocer la hora en que Cristo volverá.

COMISIÓN NACIONAL DE LITURGIA 


La fe nos lleva a confiar en Dios y 
dejarnos transformar por su amor y llamado.

Nuestra vida crece y descansa en la confianza que ponemos en el Dios fiel y fiable en los muy diferentes apremios y dolores de nuestra vida y, sobre todo, en el sentido final de ella.
En el camino que cada uno vamos haciendo reconocemos agradecido de tantos beneficios recibidos, en su muchas intervenciones que reconocemos en nuestra vida también en momentos de mucho dolor, de oscuridades y aún de dudas. Pero si somos sinceros con nuestra propia memoria no podemos dejar de reconocerlo. No es que Él no esté con nosotros y no nos ame, somos nosotros quienes muchas veces no lo buscamos en nuestras confusiones.
Jesús quien también hizo un camino donde no le faltó nada de lo nuestro, hasta sentir el total abandono, pero que pudo vivir en esos mismos momentos del amor de Dios su Padre que lo amó y lo sostuvo. Queremos mirar a Jesús para mirarnos a nosotros mismos y a nuestros hermanos como él lo hizo. Por eso y para eso creemos en Jesús y cómo Jesús. Nos toparemos con muchos profetas falsos, de mal agüero, en la vida, a lo mejor nos distraen, nos detienen en el camino, se mofan, nos persiguen y nos ignoran pero simplemente estas serán ocasiones de reconocer la luz de la fe, dar                                                                                           testimonio del Señor. 
                                                                                                                 Secretaría General Adjunta CECH.


LUMEN FIDEI
"Creer significa confiarse a un amor misericordioso, 
que siempre acoge y perdona, 
que sostiene y orienta la existencia, 
que se manifiesta poderoso en su capacidad 
de enderezar lo torcido de nuestra historia. 
La fe consiste en la disponibilidad para dejarse transformar 
una y otra vez por la llamada de Dios".  
Lumen Fidei 13.

No hay comentarios:

Publicar un comentario