domingo, 30 de junio de 2013

No hay "pero" que valga

El evangelio de este domingo nos presenta a Jesús que, junto a sus discípulos se dirige a Jerusalén. En el camino se presentan tres candidatos para seguirlos sin embargo, cada uno tiene algún"pero" para hacerse discípulo; entonces, el Señor Jesús presenta las exigencias de toda su vida cristiana.
Sin medias tintas. El Señor Jesús pide a los que quieren seguir una decisión honda e inmediata, la cual no deja lugar a los "pero", por muy razonables que parezcan. Incluso, con las exigencias que pone, pareciera que hace lo posible por desanimar y alejar a los que quieren seguirlo.
En realidad, el Señor Jesús busca y espera una decisión personal seria y consistente ante las dificultades y consciente de los compromisos que acarrea: se trata de seguir a Jesús hacia la entrega de su vida en el cumplimiento de su misión. Jesús no busca discípulos atrayéndolos con promesas o ilusiones baratas, al contrario, Jesús pone todas las cartas sobre la mesa y pide una decisión sin medias tintas.
En el seguimiento de Jesús no queda espacio para los "más o menos" a que estamos habituados - no se puede ser "más o menos" cristiano -, ni para los "pero" que buscan justificarla la comodidad o falta de entrega, que es lo típico de quien dice "soy católico, pero a mi manera"...
Con decisión firme. Jesús quiere testigos verdaderos, por eso pide una decisión radical que signifique estar dispuesto a pensar, sentir y actuar a la manera de él, y compartir su suerte. Jesús pide disponibilidad para el camino: personas que no están "apernadas" en una forma de vida o en esquemas mentales.
Jesús pide ruptura del pasado, o sea, apertura al cambio, sin nostalgia que paralicen; el Reino de Dios es novedad que nos impulsa al futuro, no al pasado. Jesús pide decisión firme: una opción personal sostenida  por la voluntad libre, no por rutinas o inercias. 
CONALI

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