“SEÑOR,
AUMENTA NUESTRA FE” (Lc 17, 5)
PARA CRECER COMO
TUS DISCÍPULOS MISIONEROS
NUESTRO CAMINO
PASTORAL EN EL AÑO 2013
CONTINUAR RENOVANDO Y PROFUNDIZANDO NUESTRA FE.
RENOVAR NUESTRAS ESTRUCTURAS ECLESIALES PARA ANUNCIAR Y
TESTIMONIAR MEJOR EL EVANGELIO DE JESUCRISTO HOY.
· ESTE INSTRUMENTO
DE TRABAJO VA DIRIGIDO A LAS PARROQUIAS Y CEBS DE NUESTRA ARQUIDIOCESIS. ES UNA
SÍNTESIS DEL DOCUMENTO “ACENTUACIONES PASTORALES 2013”, ELABORADO POR LA
VICARÍA GENERAL DE PASTORAL. SU CORRECTA COMPRENSIÓN Y APLICACIÓN REQUIERE DE
UN ESTUDIO CUIDADOSO DE DICHO DOCUMENTO.
Nuestro
propósito para el año:
Renovar y testimoniar nuestra fe
como discípulos misioneros de Jesucristo al servicio de la vida para todos.
Nuestra actitud:
Aparecida nos llamó a ser una
Iglesia en permanente estado de Misión, una Iglesia que busca la conversión
personal y comunitaria de los bautizados. Para ello se hace necesario pasar “de
una pastoral de mera conservación a una Pastoral decididamente misionera”. (DA
370).
Nuestras Líneas Pastorales 2009 –
2012 acogieron decididamente este llamado. Por eso, en estos años hemos sido
guiados por el objetivo que nos inspiró Aparecida:
“Desde el encuentro con Cristo
queremos ser discípulos suyos, miembros vivos de una Iglesia Misionera al
servicio de la vida para todos”
La convocatoria que nos ha hecho
el Santo Padre a vivir un Año de la Fe, en el que nos concentremos en renovar y
profundizar este don de Dios, nos impulsa a retomar con nuevo entusiasmo el
objetivo planteado en las Líneas Pastorales. El Papa, en efecto, quiere
recordarnos que la renovación personal e institucional que buscamos para ser
los discípulos misioneros de hoy, no es fruto de instructivos o de planes que
haya que cumplir. Es el fruto de hombres y mujeres renovados por su admiración
y amor a Jesucristo, y que garcias al amor y conversión que Dios ha puesto en
sus corazones, entregan sus talentos, su experiencias, sus anhelos, sus búsquedas
de coherencia, su capacidad de análisis y de acción, sus anhelos de servicio,
todo, al servicio de las personas, en particular de los pobres y excluidos. Así
trabajan por el Reino.
Anhelamos que 2013 sea un tiempo
de profundo encuentro con el Señor, en el que la experiencia de oración personal y comunitaria sea eje,
punto de partida y culminación de todo nuestro quehacer.
El encontrarnos con el Señor en la
Eucaristía, en su celebración como en la adoración silenciosa, nos dará los
ojos de la fe para descubrirlo y encontrarlo en el hermano que sufre. Así, como
decía San Alberto Hurtado, “nuestra vida será una misa prolongada”, actitud
creyente de encontrarlo en todo. Nuestro encuentro personal con el Señor en la
oración y en la Liturgia, moldearán en nosotros una actitud de renovado
compromiso y de audacia para servir a Dios en los hermanos.
Esa debe ser la mística que nos
impulse a salir de nuestros templos y capillas y abrir nuestros corazones para
servir a nuestros hermanos.
Creemos que acentuando esta praxis
lograremos la Renovación de la Parroquia y asumiremos más orgánicamente la
Misión Joven, como una dimensión de la Misión Continental. Así también nos
estamos preparando para la Misión Territorial 2014 que se realizará en toda
nuestra Patria.
Confiamos que esta renovación nos
permita ser testigos más transparentes del Señor Jesucristo y miembros vivos de
nuestra querida Iglesia.
NUESTROS
OBJETIVOS PASTORALES:
1.
Continuar
renovando y profundizando nuestra fe.
2.
Renovar nuestras
estructuras eclesiales para anunciar y testimoniar mejor el Evangelio de
Jesucristo hoy.
PARA LOGRAR ESTOS OBJETIVOS, NOS PROPONEMOS
(ordenado según
las cuatro dimensiones de la Pastoral)
EL REINO DE DIOS SE PROCLAMA (DIMENSIÓN
KERIGMÁTICA)
·
Acoger las
propuestas y actividades que surgen del Año de la Fe.
·
Recuperar el
dinamísmo de la lectura orante de la Palabra, en especial de la Lectio Divina.
o
En la oración
personal
o
En las pequeñas
comunidades de vida, en los grupos pastorales, en grupos de Lectio, en
encuentros comunitarios:
·
Fortalecer las
diferentes catequesis, en especial la CFIVE.
·
Distribuir materiales de reflexión y
espiritualidad para Agentes Pastorales.
(Ver Revista “Encuentro”).
·
Asumir
decididamente una actitud misionera.
EL REINO DE DIOS
SE VIVE EN COMUNIDAD (DIMENSIÓN DE
KOINONÍA)
·
Fortalecer los decanatos (O instalarlos donde aun no
funcionan).
o
Como lugares de
reflexión y búsqueda pastoral, de apoyo mutuo y de comunión eclesial tanto para
consagrados como para laicos.
o
Como lugares de
acompañamiento y profundización de la fe y misión de los consagrados.
·
Seguir fortaleciendo los Consejos
Pastorales.
·
Promover la pertenencia de los
Agentes Pastorales a Comunidades Cristianas de Base o pequeñas comunidades de
vida (Invitando a
todos, incluso a quienes sólo van a misa).
EL REINO DE DIOS
SE CELEBRA (DIMENSIÓN
LITÚRGICA)
·
Cuidar la calidad de nuestras
celebraciones, en especial de la Eucaristía dominical
(Incluidas las orientaciones a los
niños).
·
Hacer que las celebraciones sean
expresión y fuente de espiritualidad de discípulos misioneros.
EL REINO DE DIOS
ES SERVICIO A LAS PERSONAS (DIMENSIÓN DE
DIACONÍA)
·
Seguir promoviendo hábitos de
servicio misionero
-
Realizar visitas
a los hogares, para escuchar y compartir nuestra fe y vida.
-
Estar atentos a
las situaciones de dolor y de injusticia buscando soluciones en la medida de
nuestras posibilidades.
-
Hacerse cargo,
con un discernimiento evangélico, de las diferentes situaciones sociales,
políticas o económicas que nos atañen o nos afectan como ciudadanos.
-
Promover la participación
y compromiso de laicos y laicas en organizaciones sociales.
-
Promover la
preocupación misionera por el mundo que nos rodea.
·
Continuar con la Misión Joven como
proyecto de toda comunidad.
-
Abriendo espacio
a los jóvenes en todas las organizaciones de la comunidad.
-
Fortaleciendo la
Pastoral Juvenil y sus planes formativos.
-
Reforzando la
actitud de escucha y diálogo con los jóvenes alejados, discerniendo en
comunidad lo recogido.
-
Apoyando la
“Peregrinación de la Cruz Misionera”, descubriendo en el pobre y necesitado la
presencia de Jesucristo que nos llama a servir a ese hermano con amor.
EN EL AÑO DE LA FE, EL SANTO PADRE NOS INVITA A VIVIR:
Una fe
profesada: en la que “la adhesión al Evangelio
sea más consciente y vigorosa, sobre todo en un momento de profundo cambio como
es que la humanidad está viviendo”
(Porta Fidei N° 8).
Una fe
celebrada: pues “Cristo está presente y actúa en
la vida sacramental, y continúa la construcción de su Iglesia”
(Porta Fidei N° 11).
Una fe
vivida: “El Apóstol dice: ¿De qué le sirve a
uno, hermanos míos, decir que tiene fe si no tiene obras? La fe sin la caridad
no da frutos, y la caridad sin fe sería un sentimiento constantemente a merced
de la duda”
(Porta Fidei N° 14).
Una fe en
Comunidad: “La misma profesión de fe es un acto
personal y al mismo tiempo comunitario.
En efecto, el primer sujeto de la fe
es la Iglesia”
(Porta Fidei N° 17).
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