Un saludo muy cordial y cariñoso a los trabajadores y trabajadoras de nuestra Parroquia San Gregorio, al celebrar recientemente, el Día del Trabajador, espero que se sientan muy respetados, valorados y admirados, en lo que hacen o dicen como trabajadores.
Es muy probable que estén escuchando en sus Comunidades, que desde la semana recién pasada y hasta el domingo 13 de mayo, una Campaña de promoción del 1% en nuestra iglesia, esta Campaña hay que concebirla no sólo como una búsqueda de recursos económicos, sino que fomentemos el sentido de pertenencia y corresponsabilidad eclesial.
Permítanme compartirles algunos fundamentos bíblicos, el por qué hay que compartir con la Iglesia, el 1% de sus ingresos económicos.
1. Israel tiene clara conciencia individual y colectiva, que las personas no somos dueños de la creación, sino administradores de ella; por tanto como una forma de devolverle a Dios lo que le corresponde, se comenzó a difundir en el pueblo, este compromiso.
2. Al llegar a la tierra prometida, esta de dividió en 11 tribus, para liberar a la tribu de Leví del trabajo de la tierra y así ellos tengan como preocupación, fomentar en su pueblo, el adecuado culto a nuestro Dios. Se asegura la presencia de Dios como una tribu dedicada sólo a eso. ¿Cómo subsistirá esta tribu?, con el compromiso de que cada una de las 11 tribus les compartan el Diezmo de sus ganancias o cosechas. También la tribu de Leví, está incorporada a este compromiso. No queda libre de él.
3. El mismo Señor Jesús alaba y se admira con la actitud que tuvo una pobre viuda, quien entregó para la sustentación del Templo, no lo que le sobraba, sino que compartió desde lo que necesitaba.
4. San Pablo tiene la famosa frase, para motivar la colecta, que el que siembra tacañamente, cosecha poco; pero el que siembra con generosidad, cosecha en abundancia.
Tenemos que superar algunas formas de pensar, que nos impiden compartir el 1% de nuestros ingresos.
1. Que esto va para los sacerdotes. Ni un peso, de lo que ingresa por 1% queda en el bolsillo de los sacerdotes de la Parroquia. Quien puede dar crédito a esta afirmación es cada uno de los Tesoreros de su Comunidad.
2. La Iglesia es rica, eso no es verdad; en nuestra Parroquia, precisamente lo que no sobra es el dinero.
3. Por tener un compromiso pastoral, se piensa que me libera de este compromiso. Todos los que nos llamamos católicos, sacerdotes, religiosos, diáconos, laicos deberíamos cumplir este compromiso.
Finalmente, que hermoso es cuando en la familia, el hijo o la hija, después de recibir los estudios de sus padre, comienza a trabajar y expresa sus deseos de hacerse cargo de algunas de las cuentas mensuales o simplemente, aportar con una cuota mensual. Surge esta iniciativa, nada más que por un sentido de pertenencia familiar y con el cariño o agradecimiento por todo lo que se ha invertido en él (ella).
¡Que Dios los proteja y acompañe siempre!
Jorge Orellana González
Presbítero -Párroco
Parroquia San Gregorio.
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