¡Qué gran alegría experimentamos hoy! Es el día más feliz para nosotros los discípulos misioneros de Jesucristo. Hoy todas las tristezas e incertidumbres cobran un nuevo sentido: el Señor triunfa sobre la muerte, y el pecado. Nos ha mostrado en su Pasión; Muerte y Resurrección, que es posible vivir amando. Salgamos con decisión a compartir esta alegría y cultivemos una vida siempre esperanzada. Llevemos esa alegría de un modo especial a los jóvenes, anunciémosles que Jesús ha resucitado y vive con nosotros.
Misión Joven estamos viviendo en todos los rincones de Chile. Con decisión y alegría, hemos salido al encuentro de ellos. Porque somos Iglesia en estado de Misión permanente, cada vez con mayor fuerza y audacia nos sabemos discípulos capaces de escuchar, de acoger, de testimoniar a Cristo Resucitado y su paso en nuestra vida.
Demasiados jóvenes de nuestra patria viven lejos del Señor, otros tantos sufren la pobreza y la exclusión, la imposibilidad de trabajar o estudiar, sus vidas, carecen en muchos casos del amor y protección de una familia. Por ellos, para ellos y por cada uno de nosotros, el Señor ha resucitado, nos regala el testimonio generoso de su propia vida, y nos invita una vez más a ser sus Discípulos Misioneros para que nuestros jóvenes, en Él tengan vida abundante.
Rafael Silva Soler
Equipo Nacional de Misión Continental
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