La vigilancia es una dimensión fundamental de la fe, así nos lo recuerda la Palabra de Dios de este domingo, con el ejemplo de Abrahán en su peregrinación (carta a los Hebreos), y los servidores y el administrador esperando la vuelta de su Señor.
En nuestra vida pensamos en nuestro futuro, hacemos planes y presupuestos, tomamos "seguros", nos proveemos de mecanismos antirrobo: pero ¿vivimos despiertos también en nuestra fe? ¿Trabajamos por crecer en la vida cristiana, pensando en el futuro? ¿Pensamos que también nos pueden robar la fe, o que nos pedirán cuenta de ella?
Vigilar significa estar atentos para no distraerse, no instalarse, satisfechos con lo ya conseguido. En medio de una sociedad que parece muy contenta con su modo de vida, el cristiano vive en esperanza vigilante y activa hacia el futuro, no con angustia, ni obsesionado por la cercanía del fin, pero sí con seriedad y una cierta tensión. Dando importancia a lo que la tiene, sin dejarse encandilar por los atractivos de este mundo, que es camino y no meta, con la conciencia de que nuestro paso por este mundo, que debe ser serio y comprometido, no es lo definitivo en nuestra vida.
Para sostener nuestra vida cristiana, tenemos la Eucaristía como "viático", como "alimento para el camino". Mientras la celebramos, en el espacio que hay entre la venida primera del Señor y la última, volvemos con frecuencia nuestra mirada hacia el futuro: "mientras esperamos la gloriosa venida de Nuestro Señor Jesucristo". La Eucaristía nos ayuda a tener bien firmes los pies en la tierra, con un compromiso y una misión en este mundo, pero con la mirada puesta en el final, en el Señor que vino, viene y vendrá.
Ambientación: Convocados por el Señor nos unimos para celebrar la Santa Misa (o la Liturgia con Comunión). Ella fortalecerá nuestra fe, nos ayudará a ser gozosos testigos de esperanza, y ha mantenernos vigilantes, con la lámpara del amor encendida, cuando el Señor venga a invitarnos a participar en el banquete de la vida eterna.
Primera lectura: Sab 18, 5 - 9
La virtud de la esperanza renace en los corazones de los israelitas en momentos angustiosos de su vida, nos lo recuerda el libro de la Sabiduría.
Lectura del libro de la Sabiduría.
Salmo responsorial: ¡Feliz el pueblo que el Señor se eligió como herencia!
Segunda lectura: Heb 11, 1 - 2. 8 - 10
Empezamos a leer hoy, los últimos capítulos de la carta a los cristianos hebreos. Serán palabras que nos invitan a mantener firme nuestra fe, con el ejemplo de Abrahám, con el ejemplo de aquellos que, a lo largo de la historia, han sido fieles al Señor.
Lectura de la carta a los Hebreos.
Aleluya. Estén prevenidos y preparados, porque el Hijo del hombre vendrá a la hora menos pensada. Aleluya.
Evangelio: Lc 12, 32 - 48
El reino y la esperanza del regreso del Señor, es lo que debe determinar el estilo de vida de los discípulos, que han de estar siempre alerta y vigilantes.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Jesus dijo a sus discípulos: "No temas, pequeño Rebaño, porque el Padre de ustedes ha querido darles el Reino. Vendan sus bienes y denlos como limosna. Háganse bolsas que no se desgasten y acumulen un tesoro inagotable en el cielo, donde no se acerca el ladrón ni destruye la polilla. Porque allí donde tengan su tesoro, tendrán también su corazón. Estén preparados, ceñidas las vestiduras y con las lámparas encendidas. Sean como los hombres que esperan el regreso de su señor, que fue a una boda, para abrirle apenas llegue y llame a la puerta. ¡Felices los servidores a quienes el señor encuentra velando a su llegada! Les aseguro que él mismo recogerá su túnica, los hará sentar a la mesa y se pondrá a servirlos. ¡Felices ellos, si el señor llega a medianoche o antes del alba y los encuentra así! Entiéndanlo bien: si el dueño de casa supiera a qué hora va a llegar el ladrón, no dejaría perforar las paredes de su casa. Ustedes también estén preparados, porque el Hijo del hombre llegará a la hora menos pensada". Pedro preguntó entonces: "Señor, ¿esta parábola la dices para nosotros o para todos?". El Señor le dijo: "¿Cuál es el administrador fiel y previsor, a quien el Señor pondrá al frente de su personal para distribuirle la ración de trigo en el momento oportuno? ¡Feliz aquél a quien su señor, al llegar, encuentra ocupado en este trabajo! Les aseguro que lo hará administrador de todos sus bienes. Pero si este servidor piensa: "Mi señor tardará en llegar". y se dedica a golpear a los servidores y a las sirvientas, y se pone a comer, a beber y a emborracharse, su señor llegará el día y la hora menos pensada, lo castigará y le hará correr la misma suerte que los infieles. El servidor que, conociendo la voluntad de su señor, no tuvo las cosas preparadas y no obró conforme a lo que él había dispuesto, recibirá un castigo severo. Pero aquel que sin saberlo, se hizo también culpable, será castigado menos severamente. Al que se le dio mucho, se le pedirá mucho; y al que se le confió mucho, se le reclamará mucho más".
Palabra del Señor.
R/. Gloria y honor a ti, Señor Jesús.
Reflexión: Humanamente nos preocupamos por nuestro futuro. En nuestra vida cristiana ¿vivimos despiertos también en nuestra fe? ¿Trabajamos por crecer en la vida cristiana, pensando en el futuro? ¿Pensemos que también nos puedan robar la fe, o que nos pedirán cuentas de ella?.
El reino y la esperanza del regreso del Señor, es lo que debe determinar el estilo de vida de los discípulos, que han de estar siempre alerta y vigilantes.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Palabra del Señor.
R/. Gloria y honor a ti, Señor Jesús.
Reflexión: Humanamente nos preocupamos por nuestro futuro. En nuestra vida cristiana ¿vivimos despiertos también en nuestra fe? ¿Trabajamos por crecer en la vida cristiana, pensando en el futuro? ¿Pensemos que también nos puedan robar la fe, o que nos pedirán cuentas de ella?.
El Domingo, dia del Señor
Comisión Nacional de Liturgia
Eduardo Carreño C. - Comunicaciones
Parroquia San Gregorio.


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