viernes, 22 de abril de 2016

5° Domingo de Pascua

La liturgia de este quinto domingo de Pascua, nos retrotrae a la Última Cena y, aún con el trasfondo de la traición de Judas. Jesús entrega el mandamiento del amor como elemento distintivo de sus discípulos.

Papa Francisco: Podemos hablar de la esperanza de Dios: nuestro Padre nos espera siempre, no solo nos deja la puerta abierta, sino que nos espera. Él está implicado en este esperar a los hijos. Y este Padre no se cansa ni siquiera de amar al otro hijo que, incluso permaneciendo siempre en casa con él, no es partícipe, sin embargo, de su misericordia, de su compasión. Dios no está presente en el origen del amor, sino que en Jesucristo nos llama a imitar su modo mismo de amar: "Como yo los he amado a ustedes ámense también unos a otros" . En la medida en que los cristianos viven este amor, se convierten en el mundo en discípulos creíbles de Cristo. El amor no puede soportar el hecho de permanecer encerrados en sí mismo. Por su misma naturaleza es abierto, se difunde y es fecundo, genera siempre nuevo amor.

1a Lectura:   Hechos 14, 21 - 27
En su viaje misionero, Pablo y bernabé animaron a los creyentes a mantenerse firmes en la fe, a pesar de las tribulaciones. 
Lectura de los Hechos de los Apóstoles.

Salmo 144:   Bendeciré tu Nombre eternamente, Dios mío, el único Rey.

2a Lectura:  Apocalipsis 21, 1 - 5
La lectura del Apocalipsis es esperanzadora, ya que presenta al Señor que vive entre nosotros y anuncia que llegará el día en que nos quitará toda aflicción y hará nuevas todas las cosas. 
Lectura del Libro del Apocalipsis. 

Aleluya: "Les doy un mandamiento nuevo: ámense los unos a los otros, como Yo los he amado", dice el Señor. Aleluya.

Evangelio:   Jn 13, 31 - 35
Despidiéndose de sus discípulos, Jesús les recuerda el mandamiento del amor. Solo serán reconocidos, como sus discípulos, si se aman como él nos ha amado.

Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según san Juan.


Durante la Última Cena, después que Judas salió, Jesús dijo: "Ahora el Hijo del hombre ha sido glorificado y Dios ha sido glorificado en Él. Si Dios ha sido glorificado en Él, también lo glorificará en sí mismo, y lo hará muy pronto. Hijos míos, ya no estaré mucho tiempo con ustedes. Les doy un mandamiento nuevo: ámense los unos a los otros. Así como Yo los he amado, ámense también ustedes los unos a los otros. En esto todos reconocerán que ustedes son mis discípulos: en el amor que se tengan los unos a los otros". 
Palabra del Señor. 

Jesucristo, cuando en aquella noche santa "nos amaste hasta el extremo", aunque fuiste vendido por Judas y todos te abandonarán, nos das tu mandamiento nuevo: el amor fraterno en la medida de la Cruz, amando como tú perdonaste y amaste a tus asesinos. Si era difícil amar al otro como me amó a mí mismo, me es absolutamente imposible amar a los demás con tu amor heroico de la cruz. A no ser que abra mi corazón a tu Espíritu, y Él cambie mi corazon de piedra por uno de carne, manso y humilde como el tuyo.

Liturgia Cotidiana
Evangelio 2014 - Papa Francisco
Eduardo Carreño C. - Comunicaciones Parroquia San Gregorio.



















No hay comentarios:

Publicar un comentario