miércoles, 18 de mayo de 2016

Nuestro Señor Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote

Reseña: La celebración de Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote se realiza el jueves posterior a Pentecostés, desde inicio del siglo XX ya en algunos misales de la época la encontramos como misa votiva. Aunque por entonces no figura en el calendario litúrgico como hoy, habiéndose extendido por muchos países, comenzando por España desde el año 1973. En Chile tiene la categoría de fiesta y cuenta con textos propios para la misa y para el ciclo divino. En muchas diócesis, en este día, se celebra la Jornada de santificación de los sacerdotes. Ante la falta de sacerdotes es un día propicio para rezar por las vocaciones.  

Papa Francisco:  Todo el pueblo santo de Dios es sacerdocio real en Cristo. Sin embargo, nuestro Sumo Sacerdote, Jesucristo, eligió algunos discípulos que en la Iglesia desempeñaran, en nombre suyo, el oficio sacerdotal ejerciendo públicamente en su nombre el oficio sacerdotal en favor de todos los hombres, continuaran su misión personal de Maestro, Sacerdote y Pastor. 
Los discípulos -futuros sacerdotes- solo ven la superficialidad de la multitud que aprieta por todos lados a Jesús hasta sofocarlo (Lc 8,42)... Esto les pido; sean pastores con "olor a ovejas", que eso se note.

                                                 

Les dijo:  "En verdad he deseado muchísimo comer esta Pascua con ustedes antes de padecer"... 

Después de la Cena, hizo lo mismo con la copa. Dijo: "Esta copa es la Alianza Nueva sellada con mi sangre, que va a ser derramada por ustedes". (Lucas 22, 15. 20).


Comentario: En la Última Cena, Jesús se entrega anticipadamente cuanto consumirá en la cruz. Del mismo modo, quienes están llamados a ejercer el ministerio sacerdotal siguiendo a Jesús Buen Pastor, deben donarse fielmente a Dios y a la gente, estando dispuestos a dar su propia vida en el anuncio de su palabra.

Con ustedes..., y para ustedes...
En estas dos simples expresiones "con ustedes" y "para ustedes" está encerrada, quizás, toda la riqueza y toda la preciosura de la eucaristía, el don que Jesús, en la vigilia de su muerte, nos deja en herencia, como parte elegida de su testamento.

El, en efecto, ayer como hoy, desea comer con nosotros: es decir; consumar la Pascua para recordar los grandes prodigios realizados por Dios a través del largo acontecer de la historia de la salvación, desde la creación a la redención y desde la redención a la consumación final. Recordar y celebrar: o sea, actualizar por la eficacia de la palabra proclamada y por el espíritu que hace presente entre nosotros el don de la salvación. 

Jesús, además, hoy como ayer, desea ofrecerse por nosotros: es decir. donarse al Padre por amor de sus hermanos y a los hermanos por amor de su Padre. Ofrecerse y sacrificarse: como signo del más grande amor.

Con ustedes, para ustedes y... "entre ustedes": Jesús, en efecto, agrega: "Tomen (este cáliz) y distribuyanlo entre ustedes". ¿No nos ha sido dado reconocer aquí otra intención de Jesús,expresada,justamente mientras está haciendo su testamento?. 
Aquí todo tiende hacia una presencia especialísima de sí que Jesús quiere asegurar a los suyos en el acto mismo en que ellos celebran la eucaristía. esta, en efecto, asegura una presencia de Jesús también en la asamblea, que deviene un signo sensible, manifestativo, alegre y creíble de su presencia en el mundo. 

Liturgia Cotidiana
Evangelio 2016 con el Papa Francisco
Experiencia de Oración en el Evangelio de Lucas - Carlo Ghidelli
 Eduardo Carreño C. - Comunicaciones - Parroquia San Gregorio.



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