viernes, 12 de febrero de 2016

El Domingo día del Señor

1° Domingo de Cuaresma


En pleno verano, cuando muchos celebran el dia de los enamorados, nos congregamos en un cambio de tiempo litúrgico para volver a enamorarnos del Señor. Hoy  comenzamos un hermoso período siempre importante en nuestras vidas: la Cuaresma. No se trata de un tiempo volcado a prácticas que nos dejen a la periferia de la conversión del corazón. Es un tiempo para hacer memoria de las maravillas que ha obrado Dios en nuestras vidas, como lo relata la primera lectura de hoy. "Cuando se cree con el corazón" (Ef 10,9) es cuando Dios actúa su salvación en nosotros.

Por lo tanto, la cuestión está en saber adentrarnos a contemplar lo que sucede en el interior de nuestras vidas, para poder vislumbrar aquellas opciones íntimas, personales; opciones que nos fundamentan y que se entrelazan con nuestra esencia otorgándonos el nombre propio que nuestro Padre pronuncia cuando nos llama. Jesús es llevado al desierto; ahí tendrá que luchar contra la tentación, solidarizando con el corazón humano tan zarandeado por los vientos de este mundo. Pero es en Jesús donde puede despuntar nuevamente la vida, cuando esta se ha ido esfumando de nuestra existencia. 

Son cuarenta días los que habrá que trabajar arduamente para que vuelva a brotar la nueva vida en cristo Resucitado. ¡Manos a la obra! 

Motivación: Hoy es un domingo muy especial, el amor y el corazón están en la atmósfera de la vida, y comienza la segunda etapa del verano. En medio de estas sensaciones, Dios nos convoca a mirarnos dentro y hacer memoria de lo que somos u hacia donde estamos dirigiendo la vida que brota plena de él. La Cuaresma es un tiempo hermoso, cálido, profundo, esperanzador... una vida nueva brotará.  

Primera lectura: Deut 26, 1-2. 4-10
Moisés instruye al pueblo para que reconozca que todo viene del Señor. Dios siempre tomó la iniciativa, en su odisea, y fue él el que los acompañó para pasar del camino de la esclavitud al de la libertad.
Lectura del libro del Deuteronomio.

Salmo:  90, 1-2. 10-15
R/.  En el peligro, Señor, estás conmigo.

Segunda lectura: Rom 10, 5-13
San Pablo invita a considerar que si la sola Ley antes alcanzaba para obtener la justificación, desde ahora en más somos salvados por la fe en Cristo Jesús. 
Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Roma.

Versículo antes del Evangelio:
El hombre no vive solamente de pan, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.

Evangelio: Lc 4, 1-13
Antes de comenzar su vida pública, Jesús va al desierto para comunicarse a solas con su Padre, pero allí es tentado por el Maligno. Su fortaleza para no caer en sus manos, es nuestro camino para vencer las tentaciones que nos pueden acechar.
Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según san Lucas. 

Jesús, lleno del espíritu Santo, regresó de las orillas del Jordán y fue conducido por el Espíritu al desierto, donde fue tentado por el demonio durante cuarenta días. No comió nada durante esos días, y al cabo de ellos tuvo hambre. El demonio le dijo entonces: "Si Tú eres Hijo de Dios, manda a esta piedra que se convierta en pan". Pero Jesús le respondió: "Dice la escritura: El hombre no vive solamente de pan". Luego el demonio lo llevó a un lugar más alto, le mostró en un instante todos los reinos de la tierra y le dijo: "Te daré todo este poder y el esplendor de estos reinos, porque me han sido entregados, y yo los doy a quien quiero. Sí Tú te postras delante de mÍ, todo eso te pertenecerá". Pero Jesús le respondió: "Está escrito: Adorarás al Señor, tu Dios, y a Él solo rendirás culto". Después el demonio lo condujo a Jerusalén, lo puso en la parte más alta del Templo y le dijo: "Si Tú eres Hijo de Dios, tírate de aquí abajo, porque está escrito: Él dará órdenes a sus ángeles para que ellos te cuiden. Y también: Ellos te llevarán en sus manos para tu pie no tropiece con ninguna piedra". Pero Jesús le respondió: "Está escrito: No tentarás al Señor, tu Dios". Una vez agotadas todas las formas de tentación, el demonio se alejó de Él, hasta el momento oportuno.
Palabra del Señor. 

Reflexión: ¿De que deberíamos tener miedo? ¿ Cuales son las tentaciones que debes vencer con la gracia que viene de Dios? 
Ciertamente todos sentimos la fuerza de la tentación, pero solo con la ayuda de Dios podemos descubrir que seguir al Señor implica luchar y creer profundamente en él. 
¿Estás dispuesto a renovar tu fe en la Vida eterna?


Comisión Nacional de Liturgia

Eduardo Carreño C. - Comunicaciones
Parroquia San Gregorio









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