Reseña: nace el 7 de abril del año 1507 en Navarra (España). Las diversiones y las guerras marcan su juventud. Cuando llega la paz, estudia humanidades en la Sorbona (París), donde conoce a Ignacio de Loyola y, a través de él, es tocado por Jesús (Mc 8,36): "¿De qué le servirá al hombre ganar el mundo entero, si pierde su vida?". Francisco elige ganarla. Forma parte de los siete que, con san Ignacio, comienzan la Compañía de Jesús. En el año 1531 parte a la India. Fallece el 3 de diciembre del año 1552 mientras se dirigía a la China. Es Patrono de las misiones.
1a Lectura: Isaías 26, 1 - 6
Confíen siempre en el Señor, porque el Señor es la roca perpetua.
Salmo 117, 1.8 - 9. 19 - 21. 25 - 27
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Evangelio: Mateo 7, 24 - 27
No todos los que dicen: "Señor, Señor" entrará en el reino de los cielos, sino los que hacen la voluntad de mi Padre que está en los cielos. (...)
Todo aquel que escucha mis palabras y obra en consecuencia, puede compararse a una persona sensata que construyó su casa sobre un cimiento de roca viva. Vinieron las lluvias, se desbordaron los ríos y los vientos soplaron violentamente contra la casa; pero no cayó, porque estaba construida sobre un cimiento de roca viva. En cambio, todo aquel que escucha mis palabras, pero no obra en consecuencia, puede compararse a una persona necia que construyó su casa sobre un terreno arenoso. Vinieron las lluvias, se desbordaron los ríos y los vientos soplaron violentamente contra la casa que se hundió terminando en ruina total.
Meditación: Jesús ha venido para que le sigamos. La roca, la arena y el agua que se desborda son imágenes de las que se sirve Jesús para alabar a la persona previsora que construye su casa sobre valores auténticos. El salmo 117 llama a Jesús la "piedra angular". El reto es construir nuestras vidas y comunidades desde esa roca firme.
evd Eduardo Carreño C.
Comunicaciones
Parroquia San Gregorio



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