viernes, 14 de octubre de 2016

¿Estamos dispuestos a "bajar los brazos"? ¡Jamás! - 29º domingo durante el año.

Muchas veces, en la vida, tenemos la tentación de "bajar los brazos", y dejarnos caer poco a poco; sobre todo cuando la adversidad parece sobrepasarnos. Hoy  descubrimos que, aunque resulte agotador mantener los brazos en alto, y aunque tengamos que ser "sostenidos" por amigos, nuestro gesto de oración no cae en el vacío. Descansa en Dios Padre, que escucha atentamente todas y cada una de nuestras oraciones, sobre todo la oración insistente y desesperada que se cree no atendida. Por que si un mal juez es capaz de hartarse del que lo molesta, un buen Padre, no se hostiga de la súplica de su hijo. La fidelidad en la fe que hemos abrazado desde pequeños, nos permitirá mantener en "alto los brazos" durante nuestra existencia. La vida no tiene pausa, y nadie en su sano juicio está dispuesto a fracasar, podemos ser acompañados, educados, reprendidos... como afirma san Pablo a Timoteo, pero por sobre todo la vida es un gran desafío, y Dios nos quiere luchadores inagotables, confiados en su corazón y sostenidos en su Palabra. Lo más hermoso es que el depósito de la fe nos llega a nuestros días con un mensaje penetrante y transparente: Dios es un Padre que no quiere hijos amilanados en la existencia. Quiere hijos confiados, seguros en su paternidad, capaces de vivir la auténtica alianza de amor, que hemos sellado por la gracia bautismal en nuestra vida. Hay grandes luchadores en la vida que nos muestran el ejemplo de vivir sin jamás "bajar los brazos", sino que confiados en el regazo materno y paterno de Dios, cada mañana le arrancan un grito a la vida que penetra hasta la eternidad.

¿Somos capaces de sentir que Dios escucha nuestra oración?... todos los domingos nos congregamos a la escucha de su Palabra y en el banquete de su amor. cantamos, damos gracias, oramos, adoramos... ¿Creemos en el amor del señor?

Liturgia de la Palabra

Primera lectura:   Ex 17, 8-13
La lectura nos prepara para escuchar, con mayor claridad, el sentido del evangelio. Moisés debe orar intensamente... desarrollar la confianza en Dios: Jesús nos mostrará luego un camino todavía mejor.
Lectura del libro del Éxodo.

Salmo responsorial:  Sal 120, 1-8

Segunda lectura:   2 Tim 3, 14-4,2
Un trozo de la carta a Timoteo, hoy se proclama a cada uno de nosotros, quien debe ser miembro de una Iglesia en salida que busca las periferias existenciales de la humanidad.
Lectura de la segunda carta del Apóstol san Pablo a Timoteo.

Aleluya. La Palabra de Dios es viva y eficaz, discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. Aleluya.

Evangelio: Lucas 18, 1-8
Dios escucha como un Padre, nunca nos deja en el vacío, aunque no siempre parezca que nos atiende...
Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Jesús enseñó con una parábola que era necesario orar siempre sin desanimarse: "En una ciudad había un juez que no temía a Dios ni le importaban los hombres; y en la misma ciudad vivía una viuda que recurría a él, diciéndole: Te ruego que me hagas justicia contra mi adversario". Durante mucho tiempo el juez se negó, pero después dijo: "Yo no temo a Dios ni me importan los hombres, pero como esta viuda me molesta, le haré justicia para que no venga continuamente a fastidiarme". Y el Señor dijo: "Oigan lo que dijo este juez injusto. Y Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos, que claman a Él día y noche, aunque los haga esperar? Les aseguro que en un abrir y cerrar de ojos les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará fe sobre la tierra? 
Palabra del Señor. 


El Domingo, día del Señor
Eduardo Carreño
Comunicaciones - Parroquia San Gregorio.

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