San Gregorio I (590 - 604)

Nacido en Roma hacia el 540, de familia noble y cristiana, vive la desolación de la Urbe, caído el Imperio Occidental, y el inicio de una época ascendente. En el año 590 es elegido Papa, mereciendo por su ingente labor que se le considere gran figura entre las de todos los tiempos, y que se le haya otorgado el título de Doctor y Padre de la Iglesia latina. Uno de los cuatro doctores de la Iglesia de Occidente. Confirmó la autoridad civil del Papa. Escribió numerosas obras que tuvieron gran éxito como por ejemplo el "Libro del Pastor" (Liber regulae pastoralis) que fue traducido a la lengua anglosajonesa por el rey Alfredo el Grande y al griego por Anastasio II, patriarca de Constantinopla. Recogió los milagros de santos poco conocidos y especialmente los milagros de San Benito de Nursia que se publicaron. Además escribió y comentó el libro de Job que sirvió de base a la enseñanza de Teología Moral durante la Edad Media. Instituyó el canto gregoriano en la liturgia. Tuvo una maravillosa visión; se le apareció un angel sobre una roca en la que se edificó posteriormente el castillo de Santangelo. Gran teólogo, caritativo, templado, generoso y recto fue un ejemplo para la posteridad que se le recuerda con el apelativo de San Gregorio el Magno.
Para todos es el padre amante, cuyas preocupaciones son la de sus hijos. Su honor es el de la Iglesia universal y su grandeza el ser y llamarse "Siervo de los siervos de Dios", titulo que pasará a ser desde entonces patrimonio de todos los Papas. Su muerte acaeció el 12 de marzo del 604.